Con mis locuras, con mis sonrisas sin sentido a partir de las 12 de la noche, con mis lágrimas porque sí, con mis amores, con mis desamores, con mis sorpresas, con mis olvidos, con mi desorden, con mis manías, con las cosas que me gustan y las cosas que odio, con las que me hacen reír y con las que no me hacen ni pizca de gracia, con las que sueño cada noche y con las que sonrío al despertarme, con las que me emocionan y con las que no podré soportar jamás, con mi amor y mi dulzura, y no lo niego, muchas veces con mi pesadez y mis celos, sobretodo con mis celos, pero también con mis ganas de viajar y de volverme loca por un buen helado de vainilla y limón en verano, con mi obsesión por el rosa y con mi odio inexplicable al color naranja, con mis canciones preferidas, con las que me hacen bailar y las que me hacen llorar sin explicación alguna, con mis gustos extraños y mi forma de ver la vida un poco pesimista, con mis enfados repentinos, mi mala leche, con mis manías a ciertas personas, con mis planes de un día para otro, con mis ideas sin sentido, con mis ataques de risa, con mis textos, mis palabras y mi música, con mis planes de futuro, con mi confianza en mi misma, que llega a rozar el egocentrismo ...
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